Dentro del mundo de la literatura han existido figuras que ha dejado huella en la historia gracias a las palabras que plasmaron con su pluma y que al día de hoy seguimos recordando y recordaremos a pesar del tiempo por su visión de la realidad, que en muchas ocasiones, es diferente a la que tiene la gente común.
Juana de asbaje
Conocida también como la décima musa, nació en lo que hoy es estado de México dentro de una familia amorosa, fue criada por su madre en una hacienda que pertenecía a su abuelo; aprendería a leer a la corta edad de 3 años con el excusa de poder pasar interminables días dentro de la biblioteca que tenía su abuelo leyendo temas complejos sobre ciencia, teología e historia, además de dominar la lengua indígena Náhuatl gracias a la convivencia con los trabajadores de la hacienda. Ingresó a la universidad disfrazada de hombre para continuar sus estudios para posteriormente ingresar a la corte virreinal a cargo de Antonio Sebastián de Toledo, marqués de Mancera y la virreina, Leonor de Carreto, primeros protectores de la Sor Juana.
Ingresó a la orden de las Carmelitas descalzas, pero la rigidez provocó que se enfermara, por lo cual sus protectores, los virreyes, decidieron que cambiara al convento de San Jerónimo, donde pasó el resto de su vida. En sus últimos años lamentablemente dejó de escribir para dedicarse a labores religiosas, posiblemente por la restricción hacia las mujeres en la época; para fallecer debido a una epidemia en el deber de cuidar a sus hermanas del convento.
Amado Nervo
Nace en lo que hoy es Nayarit, se encasilló dentro del movimiento modernista debido a su estilo y época en la que se desarrolló su trabajo. Tuvo una cuna con una situación económica algo ajustada, sin embargo, con el intelecto que poseía logró colocarse rápidamente en la vida laboral dentro de periódicos de renombre cómo “El universal”; aproximadamente en 1898 toma la dirección del periódico “El mundo”, donde a la par, publicaría sus dos primera obras: El bachiller y perlas negras y místicas
Poco después viajó a Europa cómo corresponsal y terminó sus obras cumpliendo labores diplomáticas en Argentina y Uruguay; sus restos fueron trasladados en 1919 a México por crucero.
Octavio Paz
Su infancia estuvo marcada por la revolución, nace para que al poco tiempo su padre deba unirse al ejército zapatista ya que estuvo relacionado con la política; al poco tiempo es enviado a estudiar a Estados Unidos, lo que le marcó para más adelante, en su vida adulta, pudiese relacionarse en el extranjero y dar a conocer desde joven sus trabajos literarios; trabajó como representante de México en Japón y la India.
Hoy en día es uno de los exponentes más importantes de la literatura iberoamericana y es reconocido por sus memorias y emociones expresadas en papel.
Juan Villoro
Es una de las más importantes figuras de la literatura mexicana actual, tuvo un puesto cómo catedrático en la Universidad Autónoma de México y se enfocó en sus primeras obras en el público infantil, hasta la publicación de su obra El testigo en el 2004, donde hace una crítica social y política de los años 90’s. Así mismo se ha destacado cómo crítico de los medios digitales y el uso que la sociedad les da.
Ángeles Mastretta
Hija de periodistas, dejó que si vida estuviera marcada por las letras, cosa que le apasiona desde joven, fue egresada de la Universidad Autónoma de México de la facultad de ciencias políticas y sociales. Llegó a publicar en periódicos de la talla de Excélsior, La jornada y Proceso.
Su obra más representativa “Arráncame la vida” fue escrita gracias al patrocinio durante 6 meses, una de sus pasiones secretas era ser cantante, a veces lo hace en su intimidad, para relajarse.
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