¿Cuál es la situación actual de las autopublicaciones?

En el camino del ecosistema editorial, las autopublicaciones son un fenómeno que se ha visto reiterativo en los últimos años. Pese a que existen desde hace bastante tiempo, no surgieron con la aparición del internet, sino desde mucho antes. Hoy en día se han vuelto especiales, pues incluyen un plus: el escritor tiene la oportunidad de autopublicarse, lo cual le da mayores posibilidades de que su material tenga éxito y atención.

Esta práctica toma cada vez un mayor auge porque los autores, después de haber sido rechazados numerosas veces por editoriales, ven más viable publicar sus obras por cuenta propia, incluso si eso significa asumir el costo económico de la impresión y la publicación.

Aunque uno de los problemas para lograr autopublicaciones de obras literarias es la gran capacidad económica que exige el hacerlo, una pequeña inversión puede resultar en un best seller gracias a las plataformas digitales. Así, la Impresión bajo demanda, se convierte en una nueva manera de vender libros de forma física.

Desde que inició esta venta sistemática, las personas son capaces de ofrecer directamente sus obras. Datos de Amazon indicaron que, en promedio, 40 de los 100 libros más vendidos cada semana en la plataforma, provienen de la autopublicación, y esta empresa es la más grande en el mundo en el rubro, por lo que prácticamente se trata de la plataforma base de ventas.

¿La era de oro de los autores?

Básicamente, sí. En este contexto, podemos decir que se eliminaron ya los intermediarios, y ahora es posible enviar el producto final a manos de quienes lo requieren, hasta con el valor agregado de que, si la obra publicada gusta, se puede contar con el material impreso si así el cliente lo desea.

Con esta premisa, simplificar y amplificar el ofrecer un producto de esta naturaleza, en definitiva posee márgenes de ingresos más amplios de los que el editor puede ofrecer, e incluso, se podría obtener la ganancia del 100% del precio de venta, debido a la autonomía que la distribución del trabajo.

Por otro lado, la industria editorial se ve afectada de manera directa, ya que los escritores que trabajan de esta manera, no se involucran en ningún plan o decisión editorial como lo hacían anteriormente, pues cuentan con autonomía de determinar dónde se publica y lee su obra, es por ello que los editores desestiman a laautopublicación con argumentos que desprestigian la propuesta, impactando en la calidad y el contenido.

La sobreabundancia de contenidos, un tema de controversia

Es un hecho que, a causa de la sobreabundancia, el acervo cultural en la lectura creció. Una de las ventajas de esta situación, es la elevada cantidad de títulos que se publican día a día.

Tan sólo entre 2011 y el 2016, se publicaron más de 800.000 libros con un criterio de autopublicación en los Estados Unidos, reveló Bowker, la agencia que registra el ISBN en ese país.

Por su parte, América Latina no se quedó atrás; entre 2006 y 2016, se registraron 88.819 libros bajo la figura de autopublicación, colocando a los números en un 351% de incremento en ventas, lo que repercute en el crecimiento actual.

Por otra parte, cabe destacar que los libros autopublicados en los últimos años no poseen ISBN, lo cual indica una grata noticia para los autores que ven facilitados sus requisitos para publicar obras en plataformas como la ya mencionada Amazon, en la cual, por ejemplo, el 43% de los libros digitales vendidos en 2016 no tenían ISBN.

Efectos en la industria editorial

De inicio, la invisibilidad de los contenidos es un fenómeno que viene de la mano con las autopublicaciones, además de los desafíos en cuanto a crear estrategias de comercialización, ya que los precios bajan enormemente a mayor aparición de libros. Por lo tanto, no hay que dejar de preguntarse si en realidad la industria se ve beneficiada o perjudicada.

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